Ochenta años
Cuánto cuesta
caminar
Apoya las manos
sobre la frente
Y vuelven las
nostalgias y ese amor ahogado
Las palabras
teñidas de voces viejas
Se duermen en la
tarde gris
En sus manos de
sueño
Regresan los
silencios y los ecos
Las primeras risas
Los primeros juegos
Ahora habla solo
Ausencia tras
ausencia
Los hijos se
marcharon
Y la noche lenta
Se adueña de sus
ojos
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