jueves, 6 de julio de 2017

PERIÓDICO CON-FABULACIÓN







El Miércoles, 5 de julio, 2017 21:50:23, CON-FABULACION <confabulacion27@gmail.com> escribió:

100.000 lectores semanales!

FUNDADORES: Gonzalo Márquez Cristo y Amparo Osorio. DIRECTORA: Amparo Osorio. COMITÉ EDITORIAL: Iván Beltrán Castillo, Fabio Jurado Valencia, Carlos Fajardo. CONFABULADORES: Fernando Maldonado, Gabriel Arturo Castro, Guillermo Bustamante Zamudio, Fabio Martínez,  Javier Osuna, Sergio Gama, Mauricio Díaz. EN EL EXTERIOR: Alfredo Fressia (Brasil); Armando Rodríguez Ballesteros, Osvaldo Sauma (Costa Rica). Antonio Correa, Iván Oñate (Ecuador); Rodolfo Häsler (España); Luis Rafael Gálvez, Martha Cecilia Rivera (Estados Unidos); Jorge Torres, Jorge Nájar, Efer Arocha (Francia); Marta L. Canfield, Gabriel Impaglione (Italia); Marco Antonio Campos, José Ángel Leyva (México); Renato Sandoval (Perú); Luis Bravo (Uruguay); Luis Alejandro Contreras, Benito Mieses, Adalber Salas (Venezuela);
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con el asunto “Retiro”

  
HOMENAJE AL MAESTRO ÁNGEL LOOCHKARTT




    
FÁBULA DEL ANIMAL ANTIGUO




Fábula del animal antiguo, Summa poética,  de Gabriel Arturo Castronos recuerda la vieja pregunta: ¿Has visto algo perfecto sin la paciencia? Una paciencia que ilumina y a la vez es una enseñanza estética o actitud permanente ante la vida. Tal poemario revela con angustiosa claridad la experiencia humana. Logra expresar el dolor del hombre en un tono que no se puede describir ni comparar. Es un tono que trastorna la sensibilidad y el alma del lector sin acudir a las armonías que se logran con ciertas combinaciones de palabras o trasponiendo en la página oralidades cuyos acentos perturban o encantan el oído. Es un tono que convoca experiencias innombrables pero vividas por cualquier doliente de la historia y la sinrazón.
En este libro hay una intensidad emocional en expansión y es inútil buscarle influencias. Ha encontrado lo que, los entendidos en literatura, llaman su propia voz.
No cesa de deslumbrarnos y confrontarnos. Se vive pendiendo de clavos al rojo vivo. Las piedras gozan de tranquilidad que debía sobrarle a los hombres. Los llantos prefieren morir anónimos. Y no puede ser de otra manera en una sociedad que no se expresa o prefiere salvarse contando los eslabones del silencio.
Página a página va perfeccionando un espiral, lamento rabioso y despojado de preciosismos estériles y precisiones forzadas. Es el lamento poético de un tiempo. Es el lamento que deja una historia escrita, libre de palabras plenas que, obvio, no pueden usar los seres destrozados que han elegido expresar los vaivenes de su alma con palabras rotas.

VICTOR LÓPEZ RACHE+++

ESTE INFIERNO MÍO 
DE JULIÁN MALATESTA




HERRUMBRE: NUEVO LIBRO DE ELKIN PINTO GÁMEZ




En el sustrato de vacío que habita mi palabra
en la estación última de las despedidas
en las atmósferas que se burlan de mi color
estaré al fin y hasta el fin
en guardia contra los que zanjan versos
entre juegos verbales
entre las borrosas semansis de la metáfora hundida
a pie de fuerza en los ojos del papel
y tú de pronto subirás la raíz del grafito
como un pulso que acaso
recorra el pecho y los muslos
de una eyaculación ancestral
sin más que una breve pausa entre lo que fuimos
y lo que seremos de pronto en los días calurosos
recuerda tu estornudo o la destrucción plácida
de tus pieles sobre las mías
pero igual seguiremos el llanto
la cólera y la vergüenza que nos anidan
estaré siempre en pie de lucha
porque el vértigo de la existencia
se derrama como hoja seca desconocida.


II
Me niego a trasegar por la inclemencia
Con grilletes en la memoria
Al tránsito incierto de retinas
Sobre la geografía del cuerpo turbado en el cemento
Al abismo que roe la línea trazada
al sufrimiento de la tinta que nos escribe.
Mis vísceras se inundan de libertad.
Por eso no soy más la lengua en que me pronuncian
El brazo que me señala, ni el gatillo que besa mi frente.


III

Ya sabes, aquí no hay primaveras de abril solo
veranos de luto
las praderas son pasto de cadáveres trepando un
aliento perdido
Ya sabes que el sol estima a los verdugos
latigando los sentidos como llama de agua hirviente
No esperes el rocío de los ojos
desconfía de la tranquilidad de la tarde
No hables de los sueños de trinchera
mientras unos juegan cartas
en futuras fosas desinfectadas de pobreza.

* Elkin Pinto Gámez: Valledupar, Colombia, 1979. Ha publicado en la antología Yuluka-Poetas de Valledupar (Colección Los Conjurados, Común Presencia Editores, Bogotá, 2010). Actualmente reside en Francia. Los siguiente poemas son del libro Herrumbre (Colección Claros del bosque, Terrear Ediciones, 2017)


POEMAS INÉDITOS DE MARÍA HELENA GIRALDO*




Grafía del sueño

La sangre como un río nos empuja, mientras el espejo nos devela el rostro de la noche. Ella es el reflejo de lo que fue y sigue siendo. Un destino golpea a la puerta que no existe.

Alguien que no vemos se acerca, y empuja la puerta. ¡Cuántas veces los mismos pasos abrazando los nuestros? ¿Cuántas adentrándonos en el jardín prohibido del sueño, el de la fatalidad?, para arrancarle a  la noche sus dialectos extraños.

No hay lámparas, los pies cansados y la noche no tiene ojos. 

Me transformo en un enjambre de abejas, en un unicornio azul, en un hueso prehistórico. Nadie me ha advertido que desciendo de la hormiga.

Me desnudo de todos los nombres que traía y solo restos soy, restos del diluvio, vacío sobre los inicios del mundo.

Afuera

Exilio, desandar la memoria. Un tiempo detenido dentro del tiempo original del tiempo. Un hombre se niega al olvido. A lo invisible de la espera. Geografía quebrada.

El ojo de Circe, sus perros, los brebajes y ensoñaciones son mi sueño. Caminos idos que regresan. Ella cierra discretamente los amaneceres. Él reclama con fervor la palabra,  el vino.

El precio es un paraíso que se torna pesadilla.

Vacilación

La mirada es muchas veces un registro sin ciudad, una derrota del sueño, un destino enraizado en el fuego. Antiguo oficio de no decir nada. Trinchera, lluvia que cae en los tejados y moja la tierra de los ausentes. A la sombra de un árbol se entrega el hombre domesticado para que otros lo gobiernen.

Los pájaros en desbandada me llaman. También son los primeros en huir después del golpe en la puerta. ¿En qué lugar protegernos de la noche  aciaga? Senos expuestos al frío, sacerdotisas inmoladas en los labios de  los dioses, ríos de sangre se repiten en el espejo.

El viento alimenta a los moribundos que llevamos. Vacilación, soy los nombres de los muertos que se pierden en el tiempo.

La ciudad, guerra en la que se pierde la vida. La tragedia, antiguo estabón ceñido al cuello. Lo rompo para que el deseo se prolongue en el azar. 

Me emancipo, mi escritura es borrada del paraíso.

Dádiva

Un recuerdo se vuelve hilo de araña que devela las ciudades primeras, los monstruos más patéticos, las barbaries que agotaron mis ojos.

He visto a Dios en el prójimo, le he escuchado con voz iracunda y dulce, tan humano, tan mortal, tan hombre como todos nosotros, sudando y con ampollas por las largas jornadas sobre el mundo.

¿Qué no he visto y escuchado? El tambor de la guerra, hombres muertos y vencidos. La voz de Dios, que es la mía, y que se extiende a la sustancia del árbol y la herida, del camino y las olivas.

Cierro los ojos y me veo en libertad, respirando el aire como dádiva.

*Psicoanalista, poeta y ensayista, nacida en Filadelfia (Caldas).Primera mención Concurso Nacional de poesía Porfirio Barba Jacob de Envigado en el 2009 y en el Concurso Nacional de Asmedas 2014. Ha publicado: Lobos incendiarios (2007) y La Ciudad de tus Ojos  (2012).

 
METAPHYSICA


Quien no llena su mundo de fantasmas,
se queda solo.

Antonio Porchia

(De su libro: Voces)
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CARTAS DE LOS LECTORES


AMIGOS CONFABULADOSExcelente artículo de Omar Ardila sobre los libros. Es ameno leerlo cada ocho días y recorrer su pluma llena de claves de cine, anécdotas de las películas, de los directores y de los escritores mismos que dan vida al cinematógrafo. Gracias con-fabulados! Robert Rivera
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QUERIDOS CONFABULADOS: Me alegró mucho ver en sus páginas a la poeta bogotana Eugenia Sánchez Nieto “Yuyín” y confirmar su plena actividad literaria.  Javier De Angulo

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QUERIDOS CONFABULADOS: Me hubiera querido acompañarlos en el evento de lectura en Casa Rústica, pero vivo fuera de Bogotá. No dudo sin embargo que fue un gran evento como todo lo que convocan.   Martín Ávila López

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AMIGOS REVISTA CONFABULACIÓN:  Gracias por  hacerme parte de los lectores de sus escritos que  nos reconcilian  con  la vida. Me emocionaron  los poemas de Eugenia Sánchez Nieto. Felicitaciones, valiosa  la palabra poética. Saludos  Calarcá 

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sábado, 10 de junio de 2017

Cuatro preguntas para los Octámbulos




1. ¿Qué es, ha sido y será de su literatura en el antes, hoy, y después o no de su decisión libre o del azar, de participar en el grupo de “Los Octámbulos”?

Cuando se llega a un sitio, muchas veces, es el azar el que se confabula con uno para habitar un espacio y un tiempo, destinado, deseado tal vez. Y una llega cargada de fantasmas, de recuerdos de adolescencia en los que se quiso infundir vida a esos hombres inmortales que nos abandonaron (Los hermanos Grimm, la generación del 98, del 27, Goethe,  Rimbaud,  Nietzsche, Freud,  Kafka, Hölderlin,  Virginia Woolf,  Simone de Beauvoir, Olga Orozco, Pizarnik, Yourcenar… Poder escuchar de ellos y ellas, luchas, insomnios, ese parir un texto en medio de la angustia, el delirio o la lucidez.

Textos que llenan de sonidos y cadencias mis oídos. Cuánto deseé tenerlos frente a mí. Quería conocer a esos escritores de los que mis profesores de español nos hablaban. Y un día no esperado, me invitan a hacer parte de la tertulia, no estaba en mis planes, pero el deseo andaba agazapado y se hizo ley. Y en la tertulia empezó a abrirse ese océano de las palabras que se juntan, una tras otra, como las piezas de un rompecabezas que necesitan encajarse para darle forma a una imagen.
Las palabras son un océano que irrumpe con toda su fuerza, hasta reventar como los juegos pirotécnicos. Y entonces, la escritura se hace una necesidad. La pasión corre por la sangre, se tatúa en la piel, se respira, aún en un medio como el nuestro, se respira la poesía que otros hacen y la que hacen  los contertulios.
Escribir se ha convertido en una manera de habitar el mundo, de habitar la tertulia, la cual sigue consolidándose en la perseverancia, en un intento, siempre imposible, porque las palabras huyen y uno va tras ellas para darle forma en el papel. Crear a partir de la nada, a pesar de quedar cortos en el decir, a pesar de la lucha interior, porque las musas desdeñosas nos abandonan. Sin embargo, el reunirnos quincenalmente, nos ha hecho disciplinados, procurando tensar los textos en medio de las críticas. 
La tertulia ha sido la brújula en medio del mar tempestuoso, de la oscuridad, de la lejanía de un puerto seguro. Hemos permanecido en el mar abierto, cada uno capitán de sí mismo, no hay maestros, tampoco pupilos. Cada quien caminando a su ritmo, haciendo pausas o siendo devorados por la imperiosa necesidad de un norte en su escritura; desnudando su ser, exaltando una mirada del mundo, un encuentro con los propios fantasmas, dándole forma a la propia existencia, reflexionando sobre el mundo, sobre los escritores que amamos. Y en ese devenir va surgiendo una voz propia. 
Hemos permanecido en pie en las noches  frías y cálidas. No sabemos a dónde nos lleve ese mar tempestuoso de las pasiones. Solo remamos todos los días, a pesar los quebrantos de salud y de ánimo seguimos remando, no tenemos puerto definitivo. Cada uno llegará cuando su corazón deseé el puerto. O cuando la muerte le arrebate el último halito de su existencia, el último poema que no terminará de hacer. 
Mientras tanto, el presente nos aguarda, y cada uno seguirá siendo su propio capitán en alta mar, eso es lo que hemos hecho durante trece años.

2       Cómo y desde dónde, con qué texto o textos interviene en esté Nro 2 de la Antología de “Los Octámbulos” y por qué y para qué?

Desde la poesía he intervenido en el libro, Octámbulos II, con textos que en su mayoría son una mirada sobre las mujeres con las que he trabajado, sus dificultades para subsistir, pero también sus deseos de superación; la ciudad y sus vendedores ambulantes, la guerra, esa frontera entre lo íntimo y éxtimo. Una  necesidad de nombrar lo que es Colombia, un espejo donde todos somos dioses oscuros intentando unir sus fragmentos, intentando delinear el rostro de la paz.

3       ¿En qué forma y medida (sin mediciones), usted ha ocluido o exaltado su yo, para intervenir en este grupo y por qué, qué sentido tiene y como han sido sus desarrollos tempestuosos o no?

En la tertulia ha prevalecido el ejercicio de la democracia, no un ejercicio para exaltar el yo propio o el de otros; como lo decía antes, no hay quien la dirija. Solo unas pautas, unas reglas necesarias para su funcionamiento. La tertulia es un espacio para el ejercicio político, en tanto, que se toma la palabra, sin mediadores, sin maestros, sin a quién seguir. Cada uno hace uso de su propia voz para estar o no de acuerdo con lo que se debate. También es un espacio para el ejercicio de la estética y la ética particular, y en este sentido, cada integrante es libre de exaltar su yo o  resaltar en la ficción los temas del mundo que lo circunda.


4       ¿Qué es para usted un Octámbulo y si esa visión o consideración media (médium) con o en sus textos, por qué sí o por qué no?

Un Octámbulo, es comprometido con la escritura, con su presencia en cada encuentro itinerante cada quince días. Un Octámbulo está comprometido con su deseo, con los temas que lo apasionan, con el ejercicio de la crítica de los textos que se llevan para pasarlos por el tamiz de las sugerencias. En la crítica nos mueve la coherencia de los textos, las fisuras desde lo gramatical, los tópicos que necesitan más desarrollo, pero cada quien está en su derecho de aceptar o no las sugerencias. 

Esa diversidad de voces, con maneras distintas de estar en el mundo, de ser, se convierte en una ventana abierta al mundo, donde cada uno ejercita el pensamiento y el hacer. La tertulia se ha convertido en el ejercicio de la libertad y la palabra.


Entrevista hecha a cada uno de los Octámbulos hecha por Óscar González en el Periódico El Mundo en Palabra & Obra y en la que se publicaron algunas de las respuestas de cada Octámbulo, estás son las mías. Entrevista de marzo 5 de 2017.  




lunes, 15 de agosto de 2016

Discurso y Poder en la Escuela



 La institución educativa, el aula, muchas veces, se constituye en el territorio de los ideales, de los estándares, de las fronteras físicas e imaginarias. Una territorialidad vertical que cumple una función esencial, el conocimiento, pero poco se ocupa de los juegos de poder en los que se sustenta su discurso.
La escuela se enmarca en unos lineamientos donde se erigen amos que detentan el poder. Reglamentos que generan sufrimiento. Un lugar donde se reproducen contenidos ideológicos que incluyen o excluyen. Parece ser que en la escuela emerge un mal-estar que permea todos los ámbitos institucionales 
    La escuela solo se ha preocupado por las funciones que le compete, el saber cognitivo. 
Celestin Freinet R. Salengros en Modernización de la escuela dice: «la escuela efectivamente, consigue montar mecanismos que como está mandado, funcionan a la perfección, pero de una forma automática, al margen de la vida»[1]


 ¿Y QUÉ ES ESTAR AL MARGEN DE LA VIDA?


 
    

 Freud, en Malestar en la cultura plantea, que el 
sufrimiento del ser humano emana de tres fuentes: el cuerpo condenado a la decadencia y la aniquilación; del mundo exterior que se puede 
encarnizar con las fuerzas destructoras e implacables; y las relaciones con los demás, siendo esta quizás la que nos puede ser más dolorosa. Y es que el sufrimiento y la angustia se manifiestan de manera permanente sin podernos sustraer a sus efectos, tampoco a estas tres fuentes; y ante su poderío, muchas veces, nos encontramos inermes.

       
 La primera fuente de sufrimiento la podemos observar en los estragos de la naturaleza. El primitivo, por ejemplo, puso en la naturaleza lo qule era imposible soportar en su interioridad. A la naturaleza la vistió con atributos diabólicos y benefactores, en ella estaba el poder, en ella se depositaban los afectos, luego en la religión y en otros ideales. La segunda fuente de sufrimiento, el cuerpo, busca obturarlo el mercado con su discurso.   Los que detentan el poder ofertan la eterna juventud, en la estética, como una manera de contrarrestar la insatisfacción humana, ante la caducidad del cuerpo. La última fuente son las relaciones con los demás. Detrás del eros exaltado por la cultura se esconde la muerte, la agresión.

    La historia de la escuela, como tal, nos lo puede confirmar. Aparece en el siglo XVlI con otras tres instituciones: El cuartel, el hospital y el manicomio. Cuatro instituciones que la sociedad estructura para mantener su poder dentro del orden establecido y para que sus integrantes internalicen preceptos, valores y se sometan a normas pensadas desde afuera por agentes sociales que detentan la autoridad y las reglas de juego para hacer funcionar el mundo.

   Es así como la escuela está contextualizada dentro de un marco histórico, y desde un discurso que la entroniza en unas lógicas cerradas que pregonan o pregonaban la formación del carácter de los jóvenes. La consigna era vigilad y castigad. La escuela desde la antigüedad, pasando por la edad media, y aún en la modernidad, contiene elementos de sumisión. En ese sentido, la escuela estuvo perneada en su accionar social por dos concepciones: la letra con sangre entra y el niño como tabula rasa. El camino del conocimiento se torno un ejercicio sufriente, tortuoso. En la segunda opción, el niño era un ser ignorante que requería ser instruido en valores y conocimiento. Al niño se le suponía sin un saber. El supuesto saber se le otorgaba al docente, al padre,  se enaltecía la figura de la autoridad.

  Al joven, aún hoy, se le construye un mundo que no le pertenece, un mundo de adultos donde no tiene cabida, se le excluye, sin desconocer que el adolescente también es excluyente. 

 El adolescente está en un mundo que considera incomprensible, está abandonando un cuerpo infantil, no es ni niño ni adulto, tiene preocupaciones por su sexo, por liberarse de la autoridad paterna, por hacerse independiente en sus decisiones. Busca abandonar los ideales a los que había estado sometido, quiere ser y en esta necesidad sentida, busca alzar vuelo, desprenderse de las amarras familiares y crear un mundo propio, quiere legitimizar su existencia. Freud en Contribuciones al simposio sobre el suicidio plantea que la educación secundaria: «ha de infundirles el placer de vivir y ofrecerles apoyo y asidero en un periodo de su vida en el cual las condiciones de su desarrollo los obligan a soltar sus vínculos con el hogar paterno y con la familia»[2].


¿LA ESCUELA DA GANAS DE VIVIR?






   ¿La escuela infunde ganas de vivir? ¿Es un asidero para el joven cuando suelta las amarras familiares, o por el contrario masifica? ¿O se establecen poderes alternos en los que los jóvenes determinan los juegos de poder? Freud en Psicología de las Masas y Análisis del yo, plantea como los individuos en masa pierden las características individuales y  asumen las del grupo, siguen al líder, capaz de sugestionar, se identifican con el que es capaz de enfrentar la autoridad. Asumen intereses ajenos, sin pensar muchas veces, en las consecuencias de sus actos, o para que no los excluyan. Buscando la libertad vuelven a caer en la dependencia, y en los dogmatismos de los grupos.
        En la familia, en el aula, el sufrimiento emerge como cobardía moral, ausencia de deseo. Todo está hecho o dicho, continuamos ahí, con cierta pasividad acostumbrada.
      Eduardo Galeano, dice en las Venas Abiertas de América Latina que fue un pésimo estudiante de historia, que las clases de historia eran como visitas al museo de cera o a la región de los muertos y que el pasado estaba quieto, hueco, mudo. Agrega que les enseñaban el tiempo pasado para que se resignaran, conciencias vaciadas al tiempo presente. En este sentido la escuela si dará ganas de vivir, de conocer.
    Los modelos alternativos de la educación sólo son pensados por seres epistémicos, eso decía Pedro Maya Arango, quien fue jefe de núcleo del municipio de Itagui, en un documento sobre Los Obstáculos Epistemológicos en la Comprensión de la Escuela. También decía que los modelos alternativos son pensados sólo por seres epistémicos, porque la epistemología es un duelo a muerte con lo que se cree verdadero, la epistemología cuestiona lo establecido, nada está acabado, todo final es un comienzo.
     La escuela, pocas veces, ofrece a los muchachos un espacio para reflexionar sobre lo que los convoca, y ellos encuentran un espacio alterno, un currículo paralelo, el Internet, el cual puede desplazar el papel y el poder del maestro respecto al conocimiento. Del Internet pueden bajar todo el material que el docente pide investigar, y aún superarlo en cuanto  a conocimientos se refiere, porque puede ser que el docente no tenga pasión por el conocimiento, y  que desconozca las motivaciones que lo llevaron a  elegir dicha profesión.
       Pedro Maya Arango, también dijo en ese documento, que para acceder al conocimiento, el problema no era de disciplina sino de pasión, de ganas. Pero las escuelas no son concebidas como  lugares para recrear el conocimiento o para la socialización, se vuelven espacios obligados, donde los padres se desencartan de los hijos por un rato, y el estudiante se conforma con cumplir con los informes que deben entregar al docente, y cuando no responden se le castiga con la nota, y en la casa con no ver televisión, como si el estudio fuera una obligación, no un divertimento y una pasión que podemos incentivar con nuestra actitud.
       En los procedimientos, en los rituales, en el lenguaje, en la palabra dicha por padres y maestros, hay un discurso que muchas veces va en contravía de las actuaciones. Un manejo del poder como fuerza, como prohibición, pero también hay algo de la singularidad, que se contrapone a esto, y rompe las máscaras, las hace caer, divide, resquebraja la omnipotencia.





EL “ENTRE” NIETZSCHEANO



   Nietzsche plantea que es necesario reconocer, y apropiarse dell sufrimiento sin buscar soluciones ideológicas, porque la vida sin trabajos ni sufrimientos no es posible, pero que tampoco hay a quien elevar la queja, sin embargo, para el psicoanálisis, el sufrimiento es un llamado, una demanda,  y tiene sentido cuando no lo soportamos y buscamos a alguien con herramientas psicológicas que nos permita elaborar dicho sufrimiento. El psicoanálisis tiene mucho que decir sobre el sufrimiento, pero quiero primero, hacer alusión a ciertos planteamientos Nietzcheanos valiosos, que apuntan, eso creo, a lo esencial del hombre en su contexto social, no en el singular como sería el caso del psicoanálisis.  
   Para Nietzsche es necesario afirmar la vida desde las propias condiciones contradictorias de combatividad, no como liberación absoluta.          Para el pensamiento Nietzscheano lo importante es saber que puedes guiarte por tu propia ley, por tu propio deseo, pero eso no significa estar libre de la ley. Esta capacidad de ponerse el propio límite hace referencia a lo que Nietzsche llama el superhombre, que sería el hombre capaz de afirmar la vida no en metas absolutas, sino verla como una combatividad permanente, teniendo en cuenta  el tener un deseo que comande los otros.
 El superhombre Nietzscheano no conduce a resultados, no se esperan resultados, concibe la afirmación del hombre como un proceso en el que hay normas y sometimiento a las mismas. Plantea que siempre habrán tensiones entre el si y el no que impiden síntesis totalizadoras, en otras palabras dice Nietzsche, si se elige la propia ley, sí se es libre. Es más, no intenta superar escisiones sino que concibe que sea necesario hacer frente al carácter trágico e inconciliable de la existencia, habla entonces de las pluralidades. En otras palabras consistiría en escuchar al otro, consistiría, no en una voluntad de poder, propia de la subjetividad que propicia la sociedad, la del sujeto autónomo de la modernidad.
      Él prefiere la noción del “entre”, lo que permite pensar la voluntad de poder de otra manera, pues lo que domina es lo indomable, lo pulsional, lo que no es manejable totalmente. Por eso habla, más bien, de puntuaciones de voluntad en las que se gana o se pierde continuamente, y establece consideraciones en las que se dan procesos de aglutinación y estructuración de fuerzas. Por eso la identidad del sujeto Nietzscheano se va constituyendo en leerse a sí mismo, en una realidad cambiante en la que se entrecruzan fuerzas. Es una continua desapropiación y desasimiento.

       Mientras que el individuo moderno es un individuo autónomo, seguro de sí  y afirmador de su libertad, en cambio la construcción de la subjetividad como un “entre”, «mantiene tensión constante lo uno y lo múltiple, lo uno y lo diferente, tensión que impide toda identidad como conservación y aseguramiento de si»[3]. Es dar espacio a la pluralidad que impide identidades últimas, que esconde máscaras y homogenizaciones, es romper con los lugares definitivos, contar con lo provisional.
       En el “entre” que supone tensiones de acercamiento y alejamiento, de amor y odio. Es un entrecruzamiento entre alteridades, un nos-otros en las que se juega lo no dominable y siempre presente en todos. Permite el ejercicio no sintetizable de lo cercano y lo lejano, de lo común y lo diferente.
        Es así como el hombre Nietzscheano, su pensamiento, se constituye mas allá de decir Dios ha muerto, hace alusión  a los espacios históricos en los que el destino de el mundo suprasensible, las ideas, Dios, ley moral, autoridad, pierden fuerza, pero tras la perdida de estos ideales con la modernidad, se oferta al hombre autónomo de la ilustración, que impide pensar la diferencia. No acepta la resignación ni la pasividad, y propone una postura crítica, asumir la existencia con sus contradicciones

      La realidad humana es pluralista, siempre en movimiento, por eso el mismo Nietzsche, haciendo una crítica a la modernidad propone el “entre”, como la necesidad que se le devuelva el poder a cada individuo, el poder que la sociedad primitiva le había otorgado y que finalmente le fue expropiado por unos pocos, quienes se hicieron dueños del poder de decisión  y de los medios de producción. 


HANNAH ARENDT Y EL LÍMITE ENTRE LO PRIVADO Y LO PÙBLICO



       Hannah Arendt también hace propuestas interesantes en este devolver el poder de actuación a cada individuo. Su pensamiento se apoya en las actuaciones no en las contemplaciones como lo hicieran otros filósofos, más bien en la capacidad de actuación de los sujetos, es un pensamiento renovado, es la necesidad sentida de no tener un lugar propio en el mundo, y por eso al hablar de libertad no lo hace del hombre sino de los hombres, porque apuntala su trabajo en las diferencias. Igualmente, habla del poder como Nietzsche, El poder  como la capacidad de un actuar concertado. Creo que relacionándolo con los planteamientos de Nietzsche se acerca a lo que él utiliza como “entre,” pero ella, especifica la reivindicación del concepto política en el ámbito social como un actuar concertado de los hombres y los grupos, teniendo en cuenta las diferencias, no como mito político, o como una forma de ver el mundo, ni mucho menos como autoridad simplemente. Cuando hace alusión al poder dice” No se sustenta en la obediencia ciega en torno a una normatividad concreta, sino en la capacidad de cada individuo de asumir su compromiso de actuar como ciudadano, reconociendo siempre la diferencia con el otro”[4]
        Ella considera esencial “pensar lo que hacemos”.  Hannah Arendt, hace una crítica a la modernidad, que alimenta la individualidad y al mismo tiempo promueve la homogenización, donde lo político se ha convertido en formas sociales de relación en las que predomina la verticalidad y el sometimiento a ideales de mercado que borran las diferencias entre lo público y lo privado, una sociedad de masas que desvirtúa lo público y lo privado, despoja al hombre de su lugar en el mundo y de su lugar en lo privado. De ahí que Hannah arendt conciba el espacio público no como institucional, hace referencia más bien a las zonas concretas de discusión sobre asuntos comunes.

      Lo público remitiría a ser visto y escuchado por otros, desde asuntos comunes que están más allá de lo privado. Un actuar dentro de la pluralidad  en la acción y el discurso. Palabra y acto son básicos en todo proceso humano, pero no por necesidad o por la utilidad como el caso del trabajo. Es el acto como capacidad de actuar con otros, no en aislamiento. Es no ser representado sino representarse así mismo, tomar la palabra.
        Hannah Arendt hace una crítica a que la acción con otros  se mueva en la racionalidad teórica, en la racionalidad instrumental que pone todo en los procesos finales, y en la utilización de cualquier medio para alcanzar un fin.        
      La propuesta política que hace Hannah Arendt convoca la palabra y la acción, porque el actuar ha estado relegado y ha predominado la racionalidad teórica. La invitación de ella es a pensar qué se está haciendo, pensar dentro de una racionalidad práctica en la que se conjugue lo cotidiano, tanto en lo singular de cada ser humano como en lo colectivo.
    Tal vez, la institución educativa se pueda apropiar de estos conceptos y de  otra función que le es propia, la socialización de sus educandos, y pueda construir un saber desde las convergencias y divergencias que se presentan en lo institucional.
  Vemos entonces que la propuesta de Hannah Arendt tiene algunos puntos de encuentro con lo Nietzscheano, sin embargo, ella va a centrarse en las actuaciones donde lo público como posibilidad de actuación no desaparezca, sino que se fortalezca, pero hay que contar con que en la modernidad el imperio de lo social intenta arrasar el limite entre lo privado y  lo público, era una de sus preocupaciones.  Lo privado en torno al sujeto, a lo particular, la ley que el mismo sujeto se impone, sus actuaciones individuales, y lo social como esa necesidad de incluir al otro, pero sin que en lo social, las formas homogéneas terminen por borrar cualquier distinción. La asunción del poder de la palabra como una necesidad de existencia auténtica. Para Ernesto Sábato en Hombres y engranajes “la masa borra los deseos individuales”[5].

       

LA POLITICA Y LAS ACTUACIONES



  Foucault, por su parte, hablaba de los micropoderes en las comunidades, poder alterno a un macropoder del estado. Micropoderes que tienen efecto en las instituciones. Digamos que en la esfera política el hombre adopta su propia naturaleza, y su actuar puede estar dado por una posición ética que defiende un deseo y una postura frente a la existencia con argumentos, y donde no es necesario estar de acuerdo en todo, donde lo distinto tiene cabida.

  Hablar de política, es hablar de lo que le pertenece al hombre, como diferencia en cuanto a capacidad de decisión y actuación con otros, no  como fuerza que subyuga. La política como acción y palabra, como actuación, como posición ética es una construcción en la que habrá malentendidos, autoritarismos, antes de que se comprenda que la política no es de medición de fuerzas, sino de actuaciones. Que no está del lado de la intimidación sino de la acción y el discurso concertados entre los micropoderes que se gestan.
   La escuela el primer escenario de actuación pública del niño en la que se suscitan conflictos y negociaciones. Contar no sólo con el análisis de las situaciones conflictivas de la vida colectiva, sino también con lo que nos determina y que emerge como el lado oscuro de la existencia del que habla Nietzsche hablaba, y que Freud denominó pulsiones. Y las pulsiones están en el orden de lo particular, de lo singular de cada  ser humano. Por eso en las negociaciones no se puede hablar de acuerdos definitivos sino de acercamientos. Hay que contar con la alteridad, con lo desconocido que nos subyace, con lo innombrable, fundamental a la hora de sentarse a negociar, resignificar la escuela y los demás contextos.
     Es influenciar con la acción y el discurso el aula, permearla con reglas de juego claras, pero sabiendo que la condición humana es contradictoria, que al mismo tiempo que pedimos amarras exigimos libertad. Es necesario construir referentes más realistas y menos utópicos en relación a los currículos, a las relaciones, al aprendizaje.


  LA ESCUELA Y LOS EFECTOS TRANSFERENCIALES   ´





La escuela es ante todo un espacio para la socialización, y donde el amor es el mejor educador. Cuando un estudiante capta que su profesor ama lo que hace, que hay pasión como decía Nietzsche, hasta desea desempeñar el oficio de docente. Pasión, deseo, es lo opuesto a la cobardía moral, a la imposibilidad de contar con lo singular. Cuando un muchacho está en transferencia positiva con el docente hace todo lo posible por agradar al docente, da lo mejor de si y esto se extiende al campo intelectual o a cualquier otra área que potencie sus atributos personales. Cuando los afectos que subyacen son de odio, el muchacho se manifiesta agresivamente, y esas dificultades se trasladan al campo intelectual. Entonces, se puede decir, que la transferencia que media  por el afecto, puede relanzar al estudiante hacia una transferencia de trabajo, en otras palabras, a la pasión por el conocimiento o detenerlo en su camino de descubrimiento de la realidad y  de lo propio.


        Pero esta posibilidad requiere que los docentes 
tengan claridad sobre su estar en el mundo, claridad en su elección de docentes. ¿Qué los lleva a elegir ser docentes? Un docente puede traer sus problemas a la institución, lo confuso, lo no resuelto en su interioridad se confunde con lo no resuelto de los estudiantes, dándose cierta impotencia para asumirse como autoridad. 

Y es que en el ejercicio de la docencia hay un gozar, sea este de orden sádico o masoquista.  Existe pues, un sufrimiento que bordea lo colectivo y lo individual, y que requiere de salidas desde el ámbito institucional, pero también desde la clínica como tratamiento del goce. Porque hay un goce que compromete la ética del docente. Un estudio que se realizó sobre los malos docentes arrojó como resultado que eran incapaces de resolver los problemas porque se identificaban con los estudiantes y se despertaban sus propias angustias.  
 Es así como el poder, y las dificultades que ocasiona la asunción del mismo, agujerean lo institucional, agujerea al docente, al padre de familia, al estudiante. Los ponen en contacto con la división subjetiva. Es importante en el ámbito institucional contar con lo innombrable, la pulsión. La pulsión que se resiste y pide ser nombrada. Freud en Múltiples intereses del psicoanálisis 1913, va a decir  que cuando los educadores se hayan familiarizado con los resultados del psicoanálisis se cuidaran de yugular violentamente tales impulsos pulsionales porque la represión violenta de ellos no conlleva ni a la desaparición ni a su vencimiento. También es necesario pensar los imaginarios, lo transferencial en juego.   
     Freud en su texto Sobre la psicología del colegial 1914, va a decir que ciertas actitudes afectivas establecidas tempranamente en la familia quedan fijadas, no logran ser abandonadas y se trasladan posteriormente a los sustitutos: educadores y compañeros. De ahí las simpatías y antipatías por ellos. El amor y el odio se toman el aula. Si hay pasión por lo que se hace, tal vez, esto le permita al docente asumir la posición de hacerse a un lado para poder comprender lo que se teje en las relaciones transferenciales, y tal vez así, facilite el camino del que quiere saber al saber mismo. Él no puede convertirse en el amo del saber, tiene que correrse de lugar para que el otro empiece el camino del saber teórico, también saber administrar el poder como herramienta pedagógica. El poder en el que se juega la asimetría, no la igualdad, porque la singularidad subvierte las homogenizaciones.
       

 LAS ACTUACIONES Y EL INCONSCIENTE



 En el campo de la clínica y desde el psicoanálisis, el analista en su posición de analista debe renunciar al poder de la sugestión, renunciar al lugar del poder y escuchar desde la singularidad el malestar que trae el individuo, sea docente, estudiante o padre de familia. Mientras que la escuela debe arreglárselas con la socialización y con el conocimiento intelectual, con la conciencia reflexiva, capaz de decidir, de concertar acuerdos, con el poder, sea este regulado o no. En otras palabras la escuela concerta con el individuo de la conciencia, establece reglas de juego. A este individuo con capacidad de actuación lo subyace lo que el psicoanálisis denomina el sujeto del inconsciente, lo singular, lo pulsional que determina las actuaciones de la conciencia. Dos caras en un mismo ser humano. Dos caras, ¿ó cara y sello? La cara de los semblantes, la otra, la de lo pulsional, de un gozar en una posición de víctima o de verdugo. ¿En qué se apuntala el goce de cada uno? El maestro goza, el padre goza, el niño goza. ¿De qué gozan? A cada quién le corresponde indagar sobre su propio goce.
     El psicoanálisis, desde su quehacer  apunta a lo inconsciente, a un saber supuesto que no sería propiamente sobre el analista, sino sobre lo inconsciente, sobre lo que divide al sujeto y lo hace un ser sufriente al que lo mueve un goce particular. A este goce particular apunta el análisis.
Para concluir podemos deducir que tanto la institución educativa como el psicoanálisis tienen nortes distintos, maneras de abordar lo que le compete a cada uno  desde su discurso. A la escuela, en su función pedagógica, le corresponde administrar el poder, la ley. Ser el represente de la ley, no la ley.      
El psicoanálisis desde su discurso, por el contrario, renuncia al poder para que el sujeto del inconsciente construya algo sobre su goce y se responsabilice de su deseo, de lo que lo hace singular. Psicoanálisis y docencia, dos prácticas, dos discursos.
   Clínica y docencia, ambas atravesadas por los laberintos del poder. Cada una anudada a una ética discursiva en torno al poder. A la escuela le corresponde administrar el poder en relación con la autoridad y el conocimiento, siendo los planteamientos Nietzsheanos y de Arendt  propuestas interesantes para trabajar el poder y la socialización.

El psicoanálisis, por su parte, renuncia a el poder, aunque sea este el de la sugestión. Desde estas posiciones asumidas construyen lo pertinente a su práctica, pero no olvidando que el psicoanálisis puede aportar a los fenómenos sociales que emergen en lo institucional, sin menoscabo de lo que le es pertinente a la educación.

                     María Helena Giraldo González
                                                                                      
Publicado en la revista Ciudad (Medellín) 


Bibliografía

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-----------------Sobre la psicología del colegial. Obras completas,
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-----------------Malestar en la cultura. Obras completas, tomo III. Madrid: biblioteca nueva, 1930.
   



[1]FREINET Celestin R. Salengros. Modernización de la escuela. Barcelona: Editorial Lara, 1982. p 27
[2] Obras completas. Tomo II. Barcelona: Editorial Nueva., 1981. p 1637
[3]CRAGNOLINI Mónica. Metáforas de la identidad. La constitución subjetiva en Nietzsche. Revista de psicoanálisis: Post-data. No 11, diciembre del 2000. p 35
[4] AGUDELO RAMÍREZ Martín. La libertad desde Ana Arendt. Unaula 20 ,Revista de la Universidad Autónoma Latinoamericana. Medellín, agosto del 2000. p 105
[5] SÀBATO Ernesto. Hombres y engranajes. Argentina: Seix barral, Biblioteca breve, 1996. p 145