miércoles, 22 de agosto de 2012

Gira la ruleta


Gira la ruleta
Y unos ojos invisibles
Orden el cosmos de los jugadores eufóricos
Vienen a retar la suerte
Vienen a deslumbrarse con las luces nocturnas
Y unos  ojos
Como malabaristas de las alturas
Penden de un hilo
La tensión se incrementa
Y los ojos vuelven a la vida
Se engolosinan con monedas de oro
La ruleta vuelve a girar
Y los ojos penden de la suerte
Todas las miradas se vuelcan sobre la mesa
El dado choca contra la madera
Y el sonido despierta la euforia
La muerte los seduce
Los atrapa en su destino
Mientras la ruleta vuelve a girar

Memorias de albañil


En su universo de albañil
Los amores se calientan a punta de sol
Sol quemando la piel y los sueños
Mezcla arena y cemento
Los recuerdos también se entremezclan
Rocía con agua la baldosa
Luego golpea con brocha para afinar el acabado
A golpe de almadana tornea su existencia
Resisten al sol y al agua las esperanzas
Esta semana también habrá trabajo
Será una semana de alegría en casa

Mercenario


Con pasos desconocidos
Te acercas
Y una extraña solemnidad guerrera
Me aproxima a tus márgenes
De mercenario fugitivo de la historia
A quien se le han agotado los odios
Y desea descansar
Viajar
Por la níveas  y vertiginosas alturas
De una mujer mestiza


Quietud


Ciudad que ronca
Mientras muere

jueves, 16 de agosto de 2012

Mejillas de manzana


Ando sin patria ni duelos que retrocedan en el tiempo
Y digan: ¿Dónde andará mi hijo hermano nieto?
Que se pregunten por el eco de mi risa
Tal vez se les murió la nostalgia
Y la memoria de que tuvieron pariente
Tal vez la civilización hizo más interesante
Las imágenes proyectadas en una pantalla de cine
Que la huella dolorosa
De mi desvencijado cuerpo de alcohólico
De drogadicto que tampoco pudo con el destino
En eso nos parecemos
Queremos olvidar el horror de la noche
Ellos con películas rosa
Yo con mis memorias de transeúnte anónimo
Al que alguna vez
Una joven de mejillas de manzana
Le dijo entre besos que lo amaba

Máscaras


Porque camino hay piedras
Ruedan incansables
Dejan marcas como fuego vivo
Como la muerte que viene detrás
Pero no es la muerte
Es la vida
Que se acompasa con ella
Para desnudarme de las máscaras
Para reducir las palabras y los miedos
Si no caminara
Estaría muerta antes de nacer a mi misma

Persistencia de la memoria


El tiempo transcurre
La memoria retrocede
A negras caderonas
Moviéndose al ritmo
De la olas del mar
Cargando
Sus cabezas con bateas
Su pregón de todos los días
Piña papaya
Chontaduro
Borojó
Llega desde la lejanía
Llega también el mar del atardecer
Y las nostalgias vienen

Esa ciudad amurallada
Con sus viejos castillos
Me dice que todavía me persigues
En la brisa
De las tardes costeras
Me sigues hasta este presente
En el que retornas
Frente a un reloj de arena

Polvo


Está poblado mi universo
De seres míticos
Que nombran la historia milenaria
Hombres guerreros y funestos
Galopan por las praderas de mi geografía
Sabios bienhechores
Alientan el espíritu
De mis ciudades interiores
Mujeres santas
Fatigan sus cuerpos con rezos
Mujeres hechizantes
Trágicas
Lujuriosas
Dan alas al deseo
Así es la gente
Que habita mis calles
Mis ríos y selvas

Luces de bengala en el azul


Abres tus alas Medellín
Como un cóndor
Que conquista las alturas
Los cuervos no alcanzan tu vuelo
Son incapaces de asaltar tu alegría

I

Voces de nácar son tus hombres idos
Vuelven en los acentos del tiempo
Remendando la guerra o la paz

II

Eres ciudad de contrastes
Los minotauros juegan con nosotros
En su laberíntica cárcel
Sin embargo las luces de bengala irrumpen
Con estallidos de esperanza



III

Aguas diluvianas caen sobre tu noche
Agazapada en el miedo
Esa es una parte de la historia
No toda
El rocío de la mañana
Abre sus ojos mestizos
Con su voz dulce
Exorciza el carnaval de la muerte
No se deja contaminar el alma
IV
Luces de bengala explotan en el azul
Como cálida utopía
Abierta a los sueños