No tuve necesidad
de entretener el tiempo
Para no vérmelas
con mi soledad
Y con las vanas
quimeras
Que tejemos las
comadres
Para gastar el
tiempo que nos queda
En medio de males y
nostalgias
Hice cuentas
Diez quince veinte
años
Para rascarme el
ombligo
Y escuchar babosadas
de viejas charlatanas
Mientras la muerte
Viene a rescatarme
del anonimato
No lo resisto
Ni mucho menos el
papel de esclava
Que sus amos
dejaron libre
Diez años o más
Un tiempo que el
destino me regala
Para hacer todo
aquello
Que fue imposible
Mientras crecían
los míos