viernes, 3 de octubre de 2014

Desarrraigo y Olvido



Desarraigos consentidos

Cuando salí de Filadelfia, de mi pequeño mundo de juegos y personas conocidas, la nostalgia se adueñó de mí. Era abandonar los maizales, los sembrados de café llenos de frutos rojos, los bueyes arando la tierra, recuerdos de niñez que perduran. Abandonar la naturaleza, el parque con su ceiba, las montañas que rodean el pueblo, ver el camión con los corotos, todo dispuesto para el desarraigo. Era partir hacia lo desconocido, otras gentes, otros lugares, otras experiencias y un corazón atado a esos primeros años que nos persiguen y se tornan marca indeleble desde donde se contempla el mundo.
Escuchar las anécdotas de los abuelos, en las que entre risas y nostalgias nos señalaban a lo lejos las montañas y nos contaban cómo los bisabuelos y los tatarabuelos, tras largos viajes en caminos de herradura, colonizaron pueblos, araron la tierra y la cultivaron para dejárnosla como herencia, era un suceso maravilloso en el que pequeños y adultos nos acomodábamos holgadamente para no perdernos ninguna de las historias.
El fogón de leña y junto a mí, mi hermana volteando las arepas para el desayuno o con nuestros hermanos zarandeando el café para separar la pasilla, entre chistes y juegos, hacen que la memoria retorne a esos tiempos difíciles y llenos de escasez. Mi padre, que no conocía de tierras y arado, sino de poesía, aprendió a amar la tierra, hacía largos trayectos a pie para traer desde la vereda Morritos retoños de café y colinos de plátano que le regalaban y esa tierra estéril, que producía risa burlona entre sus conocidos, se tornó productiva y calmó el hambre y dio de qué vivir.
Era una delicia recorrer los cafetales, detenernos en la laboriosidad de las hormigas, dejar que los cucarrones de colores encendidos caminaran por nuestras manos inquietas; las luciérnagas, las ranas croando, no dejaban de ser fascinantes para nuestros ojos exploradores. Cómo olvidar el tanque de agua al aire libre, a él nos lanzábamos como si de una piscina se tratara. Tampoco puedo olvidar las idas a la Felisa, nos gustaba ir parados en la parte de atrás del jeep para disfrutar del viento acariciando nuestros rostros adolescentes. Y cuando llegábamos, corríamos hasta un árbol frondoso que servía para protegernos del fuerte sol del medio día. Luego de quitarnos las ropas y quedarnos con el vestido de baño que traíamos puesto, nos tirábamos al agua, a una quebrada que desembocaba en el río Cauca y luego retornábamos a la asombra de aquel árbol; nunca supe si era un samán u otra especie nativa, lástima que ya no esté para guarecernos, pues allí construyeron un hotel y la quebrada está casi seca.
Cuando veo las fotografías en blanco y negro, me acuerdo de Chispas, que era el fotógrafo del pueblo, y mi hermana y yo, con nuestras faldas cortas y sonrisa provinciana, nos sentábamos en las bancas del parque a esperar que de esa cámara antigua saliera un chispazo. El atardecer y el verde intenso de las montañas están en mi sangre; a lo lejos, en el horizonte, su colorido me hacía sentir que así son los sueños y hacia ellos podíamos volar. Y aún ahora, cuando tengo oportunidad de ir a un pueblo como Jericó y subo a pie a Las Nubes, desde allí me detengo en el horizonte y continúa viva la esperanza de que mis sueños tienen sabor a tierra y agua, que los animales y nosotros estamos hechos de la misma sustancia. Todos esos momentos de infancia yacen en lo más recóndito de mi alma. La tierra, el agua, los perros y los gatos, que amábamos, hacían parte de nuestro mundo infantil y adolescente. La naturaleza y nosotros, éramos una sola cosa. El amor por ella movía nuestros corazones.



Otras latitudes y la nostalgia


Llegar a Medellín, a Envigado, era recomenzar. Una no olvida las entrañas de la tierra; hay musgo en mi espalda, guayabas y caimas en mi recuerdo. De frutas y campo está hecha mi historia. Por eso, Medellín, en un principio, se hizo inmenso, un territorio para explorar, otros registros del mundo, en contraste con mi pueblo que se hizo memoria en mí y que todavía me acompaña.
Siempre que regreso a Filadelfia vuelvo a ese lugar en el que nací. Subo las escalas de lo que queda de la antigua casa y me deslizo por el piso de madera que aún se conserva; siento que retorno a mis raíces, a cada huella que el tiempo deja en la roca o en el barro que soy, y me alegro de que se conserve en pie, aunque falta la parte trasera de la casa con sus corredores mirando hacia los cafetales, lo que deja un vacío, porque también murieron los árboles de zapote, los guamos, los caimos, los manzanos y los papayos que caían en nuestras manos infantiles, y el vacío surge nuevamente. Vuelven a desenvainarse los recuerdos, como cuando nos sentábamos en las escalas a comer el costalado de zapotes que habíamos cogido.
Salir de Medellín y encontrarme con otra cultura, otro idioma, me produjo también ansiedad. Es como si la brújula que nos guía dejara de funcionar y cayera todo lo que sostiene nuestro mundo por un momento, para luego enfrentarnos a nuevos retos. Abandonar hace poco a Medellín, y viajar por unos largos meses a Arizona a acompañar a mi hermana en momentos críticos, hizo que retornara la nostalgia, pero también el asombro. El extenso desierto, el firmamento rojo, el tiempo silencioso que transcurre lento, las casas dispuestas como un juego de ajedrez, las montañas anaranjadas del Cañon del Colorado y Sedona, los cactus centenarios adornando las calles, la manera de cuidarlos, de mantener intacta esa naturaleza de milenios, me estremecieron.
Esa identidad tan arraigada y ese amor por lo propio, se traduce en una legislación discriminatoria con los indocumentados. Duele el desarraigo cuando se abandona la ciudad latina con los ojos humedecidos, dejando todo atrás, hijos, nietos, hermanos, padres, y sabiendo de antemano que será difícil el regreso o solo en cenizas los seres amados nos volverán a ver.
Cada quien emprende una carrera maratónica para alcanzar los sueños que nos venden. Olvidamos que alguna vez fuimos niños y que soñamos con cambiar el mundo. Olvidamos que la tierra es de todos, que las fronteras las ponen los adultos. Que no hay diferencia de razas ni credos en esos años infantiles. Que la tierra es nuestra pertenencia más sagrada, lo que pase con ella pasará con nosotros.
Podemos dejar el lugar donde hemos pasado la infancia e irnos a la ciudad para continuar los estudios en la universidad o en busca de un trabajo que nos permita la subsistencia, podemos ausentarnos del terruño por voluntad propia, para buscar mejores posibilidades en otro país, y esforzarnos en asimilar el idioma, las maneras de relacionarnos, las formas de hacer, decir, amar, pero lo que somos siempre irá con nosotros.




Partimos llenos de ilusiones tras un sueño que creemos posible en otros lugares, lo que no deja de ser un espejismo muchas veces. Nos vamos debiendo a parientes y amigos los pasajes de avión y algo de dinero, mientras la fortuna se pone de nuestro lado. Siempre añoramos los amigos, la calle donde crecimos, lo que me lleva a preguntarme por el dolor de los que tienen que abandonar la tierra o el barrio donde vivieron toda la vida, huyendo de la violencia.



Por eso, cuando estuve en Arizona, a pesar de quedar deslumbrada por su belleza y geografía, no dejé de compararla con Colombia, porque una cosa es un desierto natural y otra muy diferente un desierto producto de los desplazamientos forzados, de los estragos de la minería y el envenenamiento de los ríos.

Las raíces, aunque partamos de nuestras ciudades de origen, nunca desaparecen; representan la morada interna. Y la morada interna es la casa primordial, lo que nos constituye como sujetos, lo que nos permite pronunciarnos desde esa historia singular que nos nombra, desde esa herencia que se hunde en los ancestros, en el pasado con todos los recuerdos de infancia, en las raíces indígenas, en la tierra. Todo este arsenal de experiencias constituye la voz que autonombra lo que somos. De montañas y ríos, de agua y tierra está hecho mi tránsito por este mundo. Y es que ese hilo delgado que hay entre lo que soy y lo que habito es la amplia red de la vida a la que me debo. Y es que se ha hecho olvido ese lazo umbilical con la tierra, no hemos comprendido lo que para el jefe indio Seattle era evidente: que la tierra no le pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra.    

lunes, 16 de junio de 2014

El poeta y sus sombras


Una mirada a la poética de Gabriel Arturo Castro





En el mundo poético de Gabriel Arturo se conjugan el hombre y sus sombras, los ojos del mundo que miran desde la bestia, desde las salamandra y el viento; corrientes del alma que lo gobiernan y asisten. De su pluma brotan imágenes, como la vendedora de gorgojos, ajos y lirios; y qué decir “del vuelo de las aves rojas” en las que, tal vez, encuentre ese paraíso que jamás busca, un paraíso supuesto, que está más allá, y al que jamás se accede.

Él es como su poema, un “hacedor de lluvia”; que empapa la tierra reseca con su canto y corta el cordón umbilical de las cosas que nombra en su alfabeto de tigre, de buey, de ciervo; en su existencia sin rostros viaja en la eternidad de un segundo, retornando anciano, pero sabio, retornando niño, pero audaz en sus metáforas. Y vuelve a elevarse en su caballo alado, mutando de piel y de tiempo. Recorre las calles empedradas de los paraísos que crea, volviendo distinto de sus viajes, porque la verdadera creación no es a mediatintas.

El demiurgo se hunde en el crisol del fuego, fundiéndose en ese hombre en paralelo que es hablado en un idioma extranjero, el de las coordenadas del inconsciente, siendo poseído por la fiebre de un guerrero antiguo que no teme a la tempestad que lo gobierna, mora en las fronteras del sueño, se resiste a habitar en la cordura de manera permanente. No teme a su propia letra, es un insurrecto, prefiere “su boca rasgada de lobo negro”.


“En mi boca rasgada de lobo negro,
Calca el aire de las trompetas de guerra

Esa multitud de cábalas que pregonan
El celo de las bestias”


Su ojo deambula por la morada de los dioses y los animales del bosque. Y esto lo podemos ver en su libro El pequeño mito del bosque, un poemario reposado, un observador en tercera persona que describe ese universo complejo del que sus ojos se alimentan:  


“El hombre del bosque cortó la sombra del viejo árbol,
Aquel espeso ramaje que sostenía la embriaguez de
los pájaros de diablos y lunas, y al mono aullador fi-
jando su voz ebria sobre la copa o la corteza”

Pero Gabriel Arturo también es río y pájaro; reloj y tiempo; un pez que nada en los abismos. Sí, para escribir es necesario recorrer el camino que emprendieron al infierno Ulises y Eneas. Hablar con los ancestros, habitar sus gritos, su soledad, los laberintos del viento y al náufrago que apenas respira. Saber de sus dioses tutelares que se esconden en su dedo meñique, y luego, salir de allí intacto y traducir esas emociones profundas en textos poéticos, intimistas, como lo vemos en su libro De alquimia y soledad:

“Antes de penetrar en los infiernos
Vago un siglo por los dominios de la balsa
La carne se hace cañón, deleite de habladores
Y tropa de carneros” “Cuando el viento baila su contradanza”


Ese atemporal refugio en el que se es asaltado por el otro que es uno mismo, el doble, esa alteridad que se impone como el trueno que rasga la tarde o  el filo de la navaja que se hunde en el viento, en las hierbas, en la espalda.

Tal vez, la escritura sea eso o algo más; un diluvio de palabras que acorrala como el verdugo, como una fiera hambrienta que gusta de la luna. El aire se hace pesado, y la brevedad impetuosa anima ese contrasentido que navega hacia una; se vuelve a los recuerdos para contarlos en presente, mientras alguien mueve las fichas del ábaco en un lapso eterno, que no es más que un segundo, que se impone como indicio de lo que fue. Se mira al que mueve el ábaco y el asombro nos sacude. El otro que ríe es uno mismo en otro tiempo que no tiene registro en el tiempo cotidiano, histórico, es el tiempo del mito que se actualiza en la mano asaltada por la noche, por “las trompetas de guerra”. ¿Cómo salir viva de una misma cuando se entra a una escena distinta que es la misma escena?

En Los versos de Job, su mirada está atenta, a esos otros, que son él mismo:


Mi ojo inspecciona una ciudad en ruinas
Donde se incuban las pestes
Y se limpian los huesos que perforan
La dolorosa materia de los sueños”

“Aquellos de pupila agazapada
Nos siguen con su ojo grande
El ojo arrogante que adora la caída
La oscuridad de la letra,
El agujero profundo.
Dios es para ellos un ojo resplandeciente,
De obsesiva luz,
Artificial e implacable,
No la forma y saber de un iris antiguo,
La eternidad en el ojo del hombre”

La escritura es un batallar con los fantasmas, y Gabriel Arturo, sabe hacerlo. Traza sobre la realidad cotidiana los senderos que se bifurcan, los captura. Él sabe que en el camino elegido, en el oscuro camino que lo asalta como un ladrón en noche sin tiempo, sin memoria, debe caminar, a veces sin brújula, a veces sin norte a la vista, a veces ciego. Es un danzante de lo eterno y del asombro. El sigue conjurando con la palabra, la música de un poema que se impone en la vigilia o en el sueño. Lo visitan los brujos, los sacrílegos. ¿Y cómo entrar al mundo poético de Gabriel Arturo, sin bucear en los acantilados, sin disfrutar del color de sus metáforas? Él es como esa “Uva tendida al sol que resiste la mudanza del tiempo”.
Entenderlo en su poesía es posible si nos detenemos en su simbolismo, “su voz ebria” no es solo vuelo de pájaro, él es el guardián de los bosques, el hermano de la fiera.  Una vuelve sobre sus pasos, sobre las figuras poéticas y tiene que seguir volviendo porque los acentos cambian con cada lectura. Su poesía bordea los abismos y el vacío es una de las formas como lo nombra. Una cree dilucidar el surrealismo de la noche que lo atraviesa y puede salir engañada.

Su  poesía exige más de una lectura, es un panal de abejas que pueden lacerar el cuerpo, hacerlo sangrar, hasta volver el corazón un pentagrama de minúsculos signos. Él mismo, un espejo que tiene varios planos y ninguno es, porque él perpetúa el encuentro con la naturaleza viva del pez, del agua, del águila que levanta el vuelo. Su poesía es una espiral que no se olvida de la noche, ni de la luna. También es la caída salpicada de preguntas no inocentes; un juego de palabras, cuyo habitante es “un ángel desleído” al borde del abismo, un ángel furtivo, entre la luz y la oscuridad, que “pierde su nombre” en la noche aciaga:


 “Ángel desleído que sufre por el espesor de su piel,
Suerte en blanco de quien pierde su nombre,
Y está por fuera del tiempo y de su brújula.
La noche disfrazada pierde su encanto,
Su humo, su hedor de úlcera tibia”    

Otras veces, Gabriel Arturo es un torrencial del alma observando desde su cuerpo de leopardo los declives de la carne. Y en ese ir muriendo, también va naciendo como luciérnaga que ilumina la extensa levedad de cualquier animal del bosque, y esa levedad, cercana a la ausencia, puede ser un migrar o emigrar de uno mismo; desdibujarse en la frontera tácita entre la roca inasible del inconsciente hecha lirismo, real que adviene sin ser advertido.

Abandonar los rugidos de lobos oscuros, que aúllan y lo asaltan, y fugarse a esa otra escena, la de la conciencia, más reflexiva, la de la intertextualidad, la de indagar los caminos que emprenden otros creadores, sus intuiciones, es su otra faceta, tempestuosa ola que agita sus mares.

Gabriel Arturo, también transita por el espacio discursivo del ensayo. En su libro Extravíos, conjetura, sigue indicios, contextualiza los fonemas, las palabras, las atraviesa con un escrúpulo meticuloso, para extraer la savia que recorre las venas de cualquier otro poeta o escritor; se sumerge en el reloj del tiempo, en la épica que rescata y exalta el valor de las tribus primitivas, o las novelas y textos de otros autores, siendo testigo de los símbolos que descifra, interroga, exalta; pero al mismo tiempo, el lector desde otro espejo, entra al juego, observa la escena, interpela con su silencio o crea una versión propia.

En ese juego de azar nadie sale igual, cada quien escenifica el acto, y puede suceder que alguien cambie la escena, el escenario, o lo abandone llevando entre los dientes una imagen hecha de fuego o ceniza.           
La poesía y el ensayo, universos que se complementan, intimidad y reflexión en torno a la palabra. El poeta se sumerge a ciegas, un ciego que tantea con su báculo la oscura piedra. El ser hace posible la lírica, el poeta está imbricado en su esencia, en la incertidumbre que se torna metáfora, es la búsqueda misma. Dejarse hablar por el inconsciente, es recrear el universo mítico que pervive en un ritmo personal, una metafísica de la naturaleza a la que se vuelve, un oráculo del que no podemos escapar, una fatalidad que buscamos. El primitivo que todavía somos, sueña, su obsesión nos persigue.

El ensayista se arropa con la razón y como buzo entra a la escena y se sumerge en ese mundo submarino, hecho de deseo o miseria, y decodifica los símbolos sagrados de la áurea siembra del demiurgo en el vacío.

La obra de Gabriel Arturo, se mueve entre la producción discursiva y la discontinuidad del inconsciente con sus códigos secretos e indescifrables. Por eso, su poesía es de sentimientos, evoca emociones, nos pone en contacto con algo que las palabras no alcanzan a definir. Y aunque el ensayo, su otra pasión, pertenece al territorio del pensamiento y la reflexión, no renuncia a la poética, implícita en su escritura.

Su espíritu creador, penetra el laberinto intrincado de los avernos y los paraísos, abriendo la compuerta secreta del asombro o el pasadizo que conduce a la esfera de la lógica, de la disertación, de la semiótica. Por eso, el escritor siempre es un amanuense del inconsciente como diría Borges.




  
                                                             María Helena Giraldo González

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miércoles, 2 de abril de 2014

Programación Edita Punta Umbría 2014







MIÉRCOLES, 2 DE ABRIL DE 2014

Edita Punta Umbría 2014, programa


JUEVES 1 DE MAYO
18:30h. TEATRO DEL MAR
Acto Inaugural

19:00h TEATRO DEL MAR
* Pedro Javier Martín Pedrós de CORONA DEL SUR (Málaga) Presentación del libro “Soledades”
* Santiago Aguaded y Miguel de la Quintana de AMARGORD EDICIONES (Colmenar Viejo, Madrid)  Presentación de la antología “Alquimia del Agua”
* Paqui Aquino, Adelaida Hidalgo Hidalgo e Inés Díaz Tengel de NUEVO HORIZONTE Presentación de “Alquimistas de sueños”
* Iván Vergara y Sandra Carvajal de ULTRAMARINA EDITORIAL (Sevilla) Presentación de los libros “Era Hombre, Era Mito, Era Bestia” de Iván Vergara y “Pueblo de Piedras” de Brian Lee
* Pere Sousa de MERZ MAIL (Barcelona) 98#25 – Manicule DADA y G.A. Cavellini 1914-2014   
* Alfonso Moreira de FAXIMIL EDICIONS (Valencia) Presentación de Faximil Edicions y Números Sueltos
* Colectivo EL EXÁMEN (Huelva) Presentación de “El Exámen”

23:00 BAR LA CASA DEL INGLES 1880 (Antiguo Bar Reflejos)
1ª Parte: Ana Isabel Alvea,  Irene Nárdiz, Miriam Palma, Carmen Ramos y Adriana Schlittler (Sevilla) “Mujeres al borde de un ataque de versos” Performance / recital * Diana Duque (Punta Umbría) * Juan Antonio Bay (Alicante) “Poeta por pelotas” Performance * Daniela Bartolomé y Antonio Molina (Bilbao) * Marta Elias y Joao Rafael Dionisio (Lisboa) * Pia Sommer (Santiago de Chile) “Poemas escogidos”

2ª Parte:  Adalberto Montes Trejo (México) “Diario ilustrado de un naufrago” Performance * Mónica Avila (México) “Lecturas del desierto” * Ana Ibáñez y José Luis Campal (Córdoba) * Lucas Diniz de Melo y Kátia Rodrigues Baroni (Brasil) “SOUTO O passarinho que vivía preso” Performance * Victor Manuel Jiménez Andrada (Cáceres) “Una bolsa de versos” * Iván Vergara (Sevilla) *John Harold Dávila (Medellín, Colombia) Microconcierto

VIERNES 2 DE MAYO
10:30h. TEATRO DEL MAR
* Mª Carmen Martínez Mobilla de TRAVESÍAS EDITORIAL (Barranquilla, Colombia) Literatura digital, una herramienta para la inclusión de las personas con discapacidad
* Carmen Guerrero y Carlo C. Laínez de LA GATA EDITORA (Chiclana) Presentación de La Gata Editora
* Miguel Uribe Clarín y Dante Medina de PURERTAABIERTA EDITOR (Colima, México) Presentación de “Ya nadie es perfecto”
* Victor Manuel Jiménez Andrada de LETRAS CASCABELERAS (Cáceres) Nuestra fórmula para editar sin naufragar
 * Ignacio Fernández Vázquez de LITERATURAS.COM (Madrid) eBooks versus Fahrenheit 451
           
12:30h. TEATRO DEL MAR
* Lucas Diniz de Melo Vieira y Kátia Rodríguez Baroni de PERERÊ EDITORA (Sao Paulo, Brasil) Poesías Pote-à-Porter
* Ceferino Galán y Etelvina Julve de EL NAUFRAGUITO (Barcelona) El Naufraguito, vida y milagros       
* José Luis Campal de EL PARAÍSO (Córdoba) El vacío de la experimentación visual
* Javier Seco de LUZ & CIA (Granada) Espirales poéticas por el mundo
* Esther Gómez de FLAMENKURA (Punta Umbría, Huelva) Presentación de la revista digital de flamenco “Flamenkura”

17:00h. TEATRO DEL MAR
* Alumnas de la Escuela de Arte de Granada de REVISTA ENTRETELAS (Granada) Al natural
* Jairo Trujillo de GOTAS DE TINTA (Sabaneta, Colombia) Relación entre el libro de papel y el libro electrónico
* Ángel Sanz de EL COSTURERO DE ARACNE (Granada) Escultura textil
* María Carvajal de REVISTA OMBLIGO (Ciudad Juárez) Revista Ombligo: salto al papel
* Mayte Alvarado, Ruí Díaz y Borja González de EL VERANO DEL COHETE (Badajoz) Presentación de El Verano del Cohete

* Javier Seco de LUZ & CIA     “Deposite aquí su ego” Performance

19:00h TEATRO DEL MAR
* Silvana Tobón de GEOCULTURA (Sabaneta, Colombia) Edita Colombia: experiencias e impacto
* Marta Elias de EDITORA A TUA MAE (Lisboa, Portugal) Presentación de Editora A Tua Mae y NicotinaZine
* Miguel de la Quintana, Matías Escalera y Antonio Orihuela de AMARGORD EDICIONES (Colmenar Viejo, Madrid) Presentación colecciones Voces del extremo y Helado de Mamey Punto Rojo
* Pepe Murciego de LA MÁS BELLA (Madrid) La Más Bella Imprime Carácter   
* Carlos Martínez de Rentería, Antonio Orihuela y Uberto Stabile de REVISTA GENERACIÓN (México D.F.) Contracultura en España edición especial de la Revista Generación
* Teo Grajales “Piano trinchera” y John Harol Dávila Microconciertos (Medellín, Colombia)

23:00h.  BAR LA CASA DEL INGLES 1880 (Antiguo Bar Reflejos)
1ª Parte: Manuela Lozano (Punta Umbría) * Yolanda Benalba Ruiz (Valencia) “Acción de des-narrar” Performance * Isabel Huete (Madrid) * Chía Giraldez (Punta Umbría) * Josefa Parra (Jeréz de la Frontera) * Jon Andoni Goikoetxea (Barakaldo) “Una parte de la filosofía del agua” Performance * Antonio Orihuela (Moguer) * Pilar González España (Madrid) “Misceláneas” * Uberto Stabile (Punta Umbría) * Ignacio Valdez (Saltillo, México) “Aforismos corpóreos” Performance * Roberto Castillo (México)

2ª Parte: Cristobal López (Getafe, Madrid) “Celebración de lunas” Performanece /recital * Carlos Martínez de Rentería (México) * Pere Sousa (Barcelona) “Poemas ultraístas” * Ferrán Fernández (Málaga) * Pepe Murciego (Madrid) Performance * Inma Luna (Madrid) * Jesús Ge (Valencia) “Esto no es vanguardia” * Ruí Díaz & La Banda Imposible (Badajoz) Microconcierto

SÁBADO 3 DE MAYO
10:30h. TEATRO DEL MAR
* José Manuel Correa, Karen Alvarez, Edwin Gómez de LIBROSBARCO (Medellín, Colombia) Librosbarco: un mar de libros navegando el mundo
* Emilio Ballesteros de REVISTA ALHUCEMA (Albolote, Granada) Historia de la revista Alhucema desde su fundación en 1999
* León Felix Batista de EDITORA NACIONAL (Santo Domingo, Republica Dominicana) La Industria Cultural del Libro: visión y estrategia integracionista desde el Estado como proyecto cultural para el eje escritura-lectoría
* Gabriel Viñals de EJEMPLAR ÚNICO (Alzira, Valencia) Presentación de la Colección Poética y Peatonal
* Fernando Pessanha de EDITORA 4AGUAS (Vila Real de Santo Antonio, Portugal) Presentación del libro “Hotel Anaidaug”    

12:30h. TEATRO DEL MAR
* Daniela Bartolomé y Antonio Molina de SELEER EDITORIAL (Bilbao) Presentación del libro “50 gramos de arena”
* Sandra March de SANDRA MARCH AUTOEDICIONES (Barcelona) Presentación del libro I HEAR(t) YOU????
* Matías Escalera de TIERRADENADIE  EDICIONES (Alcalá de Henares, Madrid) La poesía de la conciencia crítica, naturaleza y concepto, a partir de la obra de Alberto García-Teresa
* Dante Medina de LA MUSA FEA (Guadalajara, México) Presentación de “Cuento y Poesía Viva en Andalucía”
* Sol Kabañas y Felipe Zapico de EBOOKPROFENO (Badajoz)
Best i Ario de Felipe Zapico, nueva etapa de ebookprofeno

17:00h TEATRO DEL MAR
* Ricardo Andrés Smith de LO DOY PORQUE QUIERO (Medellín, Colombia) Lo doy porque quiero
* Manuel Berzunza de ENDORA EDICIONES (Campeche, México) Paradigmas del idioma castellano
* Miguel de la Quintana y Uberto Stabile de AMARGORD EDICIONES (Colmenar Viejo, Madrid)  Presentación del libro “Ni una más, poemas por Ciudad Juárez”
*Eladio Orta, Eva Vaz y José León de CRECIDA (Ayamonte, Huelva) Presentación de las novedades de Crecida
* Jesús Ge de EDICIONES COHERENCIA (Valencia) Presentación del libro/disco “Esto no es vanguardia”
   
*Thara Sarmiento de ELEFANTE ROSA (Granada) “Microacciones efervescentes”

19:00h. TEATRO DEL MAR
* Carmen Herrera de GUSICREACIONES (Ceuta) El Jaikumatic
* Ferrán Fernández de LUCES DE GALIBO (Málaga) Novedades
* Cristobal López de la Manzanera CUADERNOS DEL MATEMÁTICO “Celebración de lunas”
* Antonio Vega y Borja González de DADÁ EDICIONES (Badajoz) Presentación de “La boca del lobo” de Borja González
* Nati de la Puerta de A FORTIORI EDIRORIAL (Bilbao) La ciencia infinita
* Uberto Stabile de EDITA (Punta Umbría, Huelva) “Edita y yo” 

23:00h. BAR LA CASA DEL INGLES 1880 (Antiguo Bar Reflejos)
1ª Parte: David Bubis (Madrid) * Mary Zurbano (Vitoria) Performance * Irene Ferradas Torre-Marín (San Lorenzo de El Escorial, Madrid) “esonosedice” * Dante Medina (México) * Eva Vaz y José Luis Piquero (Isla Cristina) * Rubén Barroso (Sevilla) “TU M” Performance * Eladio Orta (Ayamonte) * Antonio Gómez (Mérida) “Resistir es el remedio”

2ª Parte:José Manuel Correa (Medellín) Performance * Silvana Tobón (Sabaneta, Colombia) * Felipe Zapico (Badajoz) “Cosas de Zapico” * María Carvajal (Cáceres) * Iván Vergara y Sandra Carvajal (Sevilla) “Era Hombre Era Era Mito Era Bestia” Performance * Matías Escalera (Alcalá de Henares) * Rafael Dionísio (Portugal) “Ocorrências Nocturnas” * Manuel Maciá (Elche) “Hasta aquí hemos llegado III” Microconcierto

EXPOSICIONES   
 Alejandro Paucar (Colombia) “La mujer en su cotidianidad”
 Diana Tabares (Medellín, Colombia) “Grandes construcciones”
 Sandra March (Barcelona) “I Hear(t) You???”
 Ximena Escobar (Medellín, Colombia) “La mujer & la naturaleza”
 EDitA “Insurgentes y emergentes: 20 años”

PUBLICADO POR UBERTOSTABILE@HOTMAIL.COM EN 0:21 

jueves, 13 de marzo de 2014

Desde el corazón de las comunas

Ante la palabra comunas, cada quien construye imaginarios, pregunta, se responde, guarda silencio, muchos son ajenos a ese palpitar de la ciudad que despierta tímida entre el verde de las montañas. Ver desde la Comuna ocho, desde el colegio Joaquín Vallejo, la ciudad de Medellín, llena de edificios, no deja de ser un contraste de habitantes, de viviendas, de oportunidades. Dos ciudades se erigen rebeldes en medio de alegrías y llanto; llenas de contradicciones y esperanza, de violencias que se adormecen y despiertan.

Y es en pleno corazón de las comunas, donde las mujeres, a pesar de los mismos encuentros y desencuentros, de las mismas palabras y certezas, intentan salir del laberinto y unir puntos, entrelazar hilos de ese tejido colectivo que apenas inician, movilizándose en torno a su propio crecimiento. Ellas privilegian algunos senderos como el del estudio, aprender a leer y escribir, terminar su bachillerato, invocar historias, tiempos, espacios, que se multiplican, experiencias duras, otras bellas; quiebres de principios y finales que las hacen habitantes de las comunas. Caminos que se abren o se cierran, caminos en los que se tejen redes de compañerismo. Para ellas el programa de educación La escuela busca a la mujer adulta, y que se desarrolla en las comunas 4, 6, 8, 60 y 70 de Medellín, que lidera la Corporación Cedecis, les ha brindado momentos de alegría, porque pueden compartir con otras mujeres un interés común que aguardan semanalmente, a falta de instalaciones deportivas y culturales adecuadas, para el sano esparcimiento de todos sus habitantes.

Tuve la oportunidad de trabajar con estas mujeres en asesorías psicológicas y de leerles poesía a más de 250 mujeres en la Comuna ocho. Ellas tenían un acercamiento a la escritura como una manera de resignificar el cuerpo y sus experiencias a través del programa La letra con amor fluye, liderado por la poeta, lamentablemente fallecida, Piedad Morales.

A finales del 2013 se estaba realizando un encuentro de Edita en el municipio de Envigado, me atreví a invitar a dos poetas españoles: Uberto Stabile  e Inma Luna, para que les leyeran su poesía a estas mujeres. Les aseguré que pocas veces uno se encuentra con un público tan maravilloso a la hora de hacer una lectura. Me constaba, y ellos creyeron en lo que les decía.

Yo estaba convencida de que iba ser un encuentro afortunado para las mujeres de la Comuna ocho como para los poetas. Porque cuando la escritura explora ese mundo subterráneo de extravíos y dudas, de alegrías y angustias, siempre los hombres y mujeres estarán dispuestos a escuchar eso que resuena del otro y se hace propio. Ernesto Sábato en el Escritor y sus fantasmas va a hacer referencia a Dostoievski y va argumentar que cualquier tipo de arte, que devele el yo, conmueve el corazón de los hombres, los desnuda, los pone en evidencia. El arte, va a proseguir él, exorciza los demonios enclaustrados en el abismo para hacer catártico ese momento de impotencia que se retrata  y va más allá, agregando que en las obsesiones, parecidas a la de los lectores, vivifica sus desvaríos.

Ellos llegaron complacidos, y el asombro no se hizo esperar. Estas mujeres, entre 16 y 60 años, no apartaron los ojos de los poetas, veían sus vidas reflejadas en los poemas, esas eran sus vidas, trenzadas por otras manos, como si no supieran que ellas mismas podían tejer en su propia rueca los sueños. Ni un suspiro se escuchaba mientras ellos leían. Algunas leyeron sus poemas, unas se atrevieron a preguntar, otras pidieron la dirección de Facebook y en dónde podían conseguir sus libros. 

Después de la lectura, los poetas se miraban conmovidos, porque ellas querían dejarlos con ellas, pedían que continuaran la lectura. Para ellas fue un momento de catarsis. El nombrarse dolores y desgarramientos interiores, hizo que la emoción se tomara el improvisado escenario de un aula de clase; se tuvieron que conformar dos grupos, dos lecturas. Ellos no esperaban un público tan genuino y especial. A partir de aquí se nos hizo urgente un derrotero que no se quedara solo en esa lectura. Nos urgía pensar en una propuesta permanente. Entonces, Uberto Stabile me propuso hacer una convocatoria a nivel mundial, de solidaridad con estas mujeres, para que les llegara una postal, por eso, hemos denominado este proyecto Arte correo Medellín.

Queremos que desde todas partes del mundo les lleguen mensajes de solidaridad a estas mujeres, animándolas en su deseo de aprender a leer y escribir, terminar su bachillerato y aspirar, luego, a la capacitación en algún oficio.

Ya nos están llegando postales, sigamos participando, y extendiendo la convocatoria que hemos anexado al final. Igualmente, es importante que manden una pequeña biografía, una foto, pues se publicarán algunas de las postales en el blog.
                                                                    
                                                             María Helena Giraldo González

La convocatoria también la pueden encontrar en el blog de:

Ubertostabile.blogspot.com

artecorreomedellin.blogspot.com

Convocatoria Arte correo Medellín


                                         

Participa en la

I Exposición Internacional de Arte Correo de Medellín (Colombia)

“Para la Comuna ocho con amor”


Técnica:
Se trata de enviar un sobre, una tarjeta o una postal en la que se pinta, dibuja, pega, cose, imprime cualquier forma de arte, y luego se envía por correo. ¡Si no tiene matasellos (sello postal), no sirve!

Tema:
La exposición tendrá como lema: Para la Comuna ocho con amor, haciendo alusión a la libertad, la paz, la esperanza… para las mujeres de las comunas 4, 6, 8, 60 y 70 de la ciudad de Medellín (Colombia), que participan en el programa de educación La Escuela busca a la mujer adulta, de la Corporación Cedecis. En esta primera exposición nos centraremos en la comuna 8.

Formato:
Medidas de postal o sobre, bidimensional. Los trabajos de arte postal no se abren, se exponen como llegan.

Dirección:
Mª Helena Giraldo González. Carrera 46 # 54-14, Medellín (Colombia).
Consultorio 1302. Poner nombre y apellidos, dirección, correo electrónico y posdata: Para la Comuna ocho con amor.

Fecha:
Cuanto antes y hasta el 15 de agosto de 2014.

Exposición:
La exposición de las postales se hará en la Comuna ocho y las mujeres se quedarán con ellas. Esta exposición no tiene otro fin que el de la solidaridad y el amor hacia estas mujeres que después de muchos años han reanudado sus estudios de secundaria. Otras empiezan por aprender a leer y escribir. Que esta convocatoria sea un tributo a su esfuerzo.

Difunde la noticia, queremos que llegue
a todos los rincones del mundo

Coordinan: Mª Helena Giraldo González y Uberto Stabile.

malenapoe@gmail.com y ubertostabile@hotmail.com