domingo, 5 de febrero de 2012

Vejeces

En las hazañas fecundo
En la labranza fiero
Partió en dos su agonía
Para cincelar los sueños

Era como una gaviota
Que levantaba vuelo
Y al cuerpo frágil volvía
Lleno de largos silencios

Trepó la cumbre más alta
Construida con desvelo
Y declinó lentamente
En su furor guerrero

Con las manos de greda
Saldó la vida y el precio
Para dormirse en la bruma
De un candoroso encuentro

Dijo cuanto nos amaba
Con los ojos risueños
Y con la voz hecha gesta
Nos musitaba su anhelo

Mi padre fue un transeúnte
Que camino derecho
Haciendo camino se hizo
Por las calles de mi pueblo

No hay comentarios:

Publicar un comentario