En las hazañas fecundo
En la labranza fiero
Partió en dos su agonía
Para cincelar los sueños
Era como una gaviota
Que levantaba vuelo
Y al cuerpo frágil volvía
Lleno de largos silencios
Trepó la cumbre más alta
Construida con desvelo
Y declinó lentamente
En su furor guerrero
Con las manos de greda
Saldó la vida y el precio
Para dormirse en la bruma
De un candoroso encuentro
Dijo cuanto nos amaba
Con los ojos risueños
Y con la voz hecha gesta
Nos musitaba su anhelo
Mi padre fue un transeúnte
Que camino derecho
Haciendo camino se hizo
Por las calles de mi pueblo
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